Qué hay dentro del Monasterio de los Jerónimos : Claustros, Capillas y otros lugares destacados

La Iglesia de Santa María es una de las principales atracciones del Monasterio de los Jerónimos. Tiene un exterior impresionante con arquitectura de estilo manuelino. La iglesia se construyó en el siglo XVI, pero sigue asombrando a los visitantes con sus intrincadas tallas de piedra, sus bóvedas de crucería y sus bonitas vidrieras. Los visitantes también quedan asombrados ante los grandes arcos, techos altísimos y otros elementos de la Iglesia de Santa María.

Los claustros de cuatro pisos del Monasterio de los Jerónimos son un espectáculo para la vista. Símbolo de la arquitectura manuelina en Portugal, los claustros son una de las mayores atracciones turísticas de Lisboa. Mientras que Diogo de Boitaca inició la construcción de los claustros a principios del siglo XVI, el trabajo de João de Castilho convirtió el lugar en lo que es hoy. Rodeados de columnas de mármol blanco y delicados arcos, los claustros crean una experiencia relajante para los visitantes.

Vasco da Gama fue sólo uno de los varios exploradores portugueses legendarios. De Pedro Álvares Cabral a Fernando de Magallanes, el país tiene una historia de grandes exploradores que abrieron nuevos caminos para el país y el mundo. El Monumento a los Descubrimientos, construido en el siglo XX, rinde homenaje a los grandes exploradores de Portugal y a su contribución al ascenso del país al poder.

El refectorio es otro lugar que puedes añadir a tu itinerario por el Monasterio de los Jerónimos. Es un comedor histórico que data del siglo XVI y se utilizaba como comedor de monjes. Hermosos arcos de piedra, techos de madera tallada y paneles de azulejo dominan el interior de las habitaciones, dándoles un aire grandioso y real. Los visitantes pueden explorar el refectorio en su totalidad y aprender sobre el monasterio y sus afamados residentes.

La construcción de la sala capitular comenzó en el siglo XVI, pero no se completó hasta el siglo XIX. El techo abovedado y la decoración interior se añadieron posteriormente y son una de las principales atracciones de la sala. Los frescos del siglo XVI que representan escenas de la vida de San Jerónimo, incluido su estudio de las escrituras y su viaje al desierto, son igualmente magnéticos, y hacen que los visitantes se vuelvan contemplativos y soñadores.

El Monasterio de los Jerónimos es una mina de oro de conocimientos antiguos. La biblioteca del interior del edificio es el lugar perfecto para aprender la filosofía y las enseñanzas de los monjes de todo el mundo. Los visitantes encontrarán libros y manuscritos centenarios, incluida una rara edición de las obras de Camões, uno de los mayores poetas de Portugal. "Un lugar en el tiempo", una exposición permanente que se celebra en la biblioteca, detalla la historia centenaria del monasterio y su importancia para Portugal y el mundo.

El portal sur del Monasterio de los Jerónimos es el abanderado de la arquitectura manuelina. La magnífica entrada cuenta con una puerta de 32 metros diseñada por João de Castilho. A todos los lados de la puerta hay piedras talladas, casi 40 estatuas y figuras incrustadas en pilares. Entre las figuras más populares están la de Enrique el Navegante, San Jerónimo, Nuestra Señora de los Reyes Magos, los doce apóstoles y la estatua del Arcángel San Miguel.

El Coro Superior de la Iglesia de Santa María ofrece una fantástica vista de la nave y la bóveda. Diseñado por Diogo de Torralva en 1550, el coro superior era donde los monjes pasaban el tiempo cantando y rezando.

La iglesia de Santa María también tiene dos capillas en el crucero, la capilla norte y la capilla sur. Fueron construidas hacia 1587 por el arquitecto Jerónimo de Ruão para albergar tumbas de la familia real.

A la izquierda de la entrada principal de la iglesia se encuentra la Capilla del Senhor dos Passos. Asómate a través de la reja de hierro para admirar las tallas de madera con paneles del siglo XVII y la artesanía que se remonta a la época en que se fundó la hermandad del Senhor dos Passos.