Conocida popularmente como arquitectura gótica tardía portuguesa, fue una de las obras de arte resultantes de la transición durante la época del Renacimiento. Una de las características más llamativas de este estilo arquitectónico son los paneles decorativos en ventanas, arcadas y pilares. Las incrustaciones de la cantería están elaboradas con gran minuciosidad, mostrando una artesanía completa. El Monasterio de los Jerónimos fue diseñado por los influyentes arquitectos Diogo Boitac y João de Castilho en la historia de Portugal.